lunes, 11 de julio de 2016

Tres de las muertes mas curiosas e insólitas de la historia

Muerte tras caerle orina congelada de un avión. 


Esta muerte ocurrió en mayo de 1999, aunque es considerada como una leyenda urbana. Una mujer fue encontrada muerta en el parque Yorkshire, Inglaterra. Lo insólito fue ver que su cuerpo estaba atravesada por una especie de lanza, que al comprobarla, se determino que era orina congelada. 

La orina habría caído del cielo por una fuga del inodoro de un avión que en ese momento pasaba por encima. La orina al caer se congelo y la mala fortuna hizo que este cayera sobre la señora. 

¿Verdad o fake? 


Muerte tras tropezar con su propia barba 


Hans Steininger se hizo famoso por tener la barba mas largar del mundo, superando el metro y medio. Un día en 1567, mientras huía de un incendio se olvidó de enrollar su barba, se tropezó con ella y se rompió el cuello. 


Muerte tras imitar la muerte de su hermana 

Ocurrió en 1991, Yooket Pen una mujer tailandesa de 57 años, caminaba tranquilamente por su granja cuando se resbalo al pisar un excremento de vaca, se agarro de un cable para evitar la caída y murió electrocutada. 
Después del funeral, su hermana les estaba mostrando a los vecinos como ocurrió el accidente cuando ella también se resbaló, se agarró del mismo cable, y murió igual que su hermana. 



Una joven jugaba al baloncesto estando en coma 


Este es el curioso caso de Maggie Meier, una chica que enfermo en 2008 por una inflamación cerebral, una enfermedad potencialmente mortal y el cual le produjo un coma. Era una gran aficionada del baloncesto, y sorprendió a los médicos durante su estado comatoso, por ser capaz capaz de lanzar tiros libres. 

"Nunca he visto nada igual", asegura el neurólogo de la joven, William Graf. Maggie estuvo en coma durante tres meses y era tratada por fisioterapeutas, para mantener el cuerpo de la joven en forma y evitar que se debilitaran sus miembros. 

Su familia fabrico un aro improvisado simulando una canasta de baloncesto en la habitación del hospital, a sabiendas de la gran afición que tenia Maggie por este deporte. Y cuando se la colocaba en frente sentada en su silla de ruedas y con una pelota de baloncesto, quedaron alucinados de comprobar que la joven lanzaba y encestaba los tiros libres. Parecía que despertaba, pero siempre volvía al estado normal del coma. 

Afortunadamente Maggie pudo salir del coma tras remitir la inflamación cerebral que padecía. "El acto de lanzar una pelota de baloncesto debe ser uno de los instintos básicos más arraigados en Maggie, este movimiento regresó a ella incluso antes de que fuera capaz de volver a hablar o a caminar", explicaba unos de sus médicos. 

En la actualidad, Maggie juega en el equipo de baloncesto de su escuela. "Cuando estoy aquí, no creo mucho de lo que pasó. Pero cuando me acuerdo, creo que fue genial saber que he jugado al baloncesto incluso estando de coma", declaraba la joven. 



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